Estos son los vehículos nuevos que perderían su etiqueta ECO si la DGT cambia la normativa
Los vehículos híbridos ligeros ‘mild hybrid’ (MHEV) que hoy son Eco podrían a pasar a tener la etiqueta C
Para muchos conductores los híbridos ligeros son el primer contacto con la electrificación y son más asequibles que los híbridos enchufables, unos usuarios que gozan en sus parabrisas de la valiosa etiqueta ECO que les permite adentrarse y aparcar en las zonas restringidas al tráfico.
En este momento en el que las Zonas de Bajas Emisiones están en el punto de mira a raíz de la última decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que decidía revocarlas en la capital, surge la pregunta de cómo la Dirección General de Tráfico (DGT) va a realizar su próximo movimiento de cambio en la normativa de las etiquetas de los vehículos.
Un cambio demandado por muchas asociaciones, organizaciones como la OCU, empresas que analizan y denuncian que los distintivos no se ajustan a las emisiones reales de los vehículos, ocasionando perjuicios a los propietarios.
Cambios en la DGT
Todo estriba en las peticiones que reclaman que el sistema está basado en la contaminación real de los vehículos en lugar del tipo de tecnología que utilizan para moverse.
La última reacción acerca de los cambios en los distintivos ha sido lanzada por Sumauto, que pregunta si la DGT hará cambios en la normativa que regula las etiquetas medioambientales y si los híbridos ligeros estarían en riesgo.
Entre las posibilidades de estos cambios se baraja la posibilidad de que dos de cada diez vehículos nuevos podrían perder su etiqueta ECO si la DGT se decide a modificar la normativa.
De etiqueta ECO a C
Sumauto aventura que un hipotético cambio a futuro podría ser que los vehículos híbridos ligeros mild hybrid (MHEV) que hoy son Eco pasen a tener la etiqueta C, «de tal forma que quedarían en el limbo y perderían atractivo para los usuarios».
El segmento los vehículos híbridos ligeros hoy representa dos de cada diez vehículos nuevos en España, según Sumauto recopilando datos publicados por Ganvam.
Esto supondría, entre otras cosas, que los híbridos ligeros, que disponen de un pequeño motor eléctrico que se combina con el de combustión, podrían dejar de ser ECO, ya que se impulsan principalmente con el segundo.
Paradojas de las emisiones
Sumauto desgrana paradojas como que, actualmente, un Audi RS Q8 (con etiqueta Eco) o un SUV deportivo de 600 CV de gran tamaño y peso (casi 2,4 toneladas) emiten a la atmósfera 292 g/km de CO₂.
En el lado contrario, tenemos al Kia Picanto 1.0 DPI, un gasolina muy ligero (985 kg) de pequeño tamaño (3,6 m de largo) y que emite 115 g/km de CO₂ y, en cambio, tiene distintivo C.
Sin embargo, desde Sumauto, especialista en portales verticales de motor, se defiende que «estos vehículos representan un paso importante para los conductores hacia la electrificación, de tal modo que ese camino se está haciendo con paradas intermedias y no directamente desde la combustión».
Etiqueta ECO
En concreto, una de cada tres matriculaciones son híbridas (en conjunto), mientras que el eléctrico puro apenas suponen un 5%. Esto se debe a que los híbridos ligeros son una opción más sencilla para el usuario, tanto desde el punto de vista tecnológico, como primera toma de contacto con la electrificación, como del económico.
Sirva como ejemplo la gama del Hyundai Tucson, uno de los SUV líderes de ventas en España, en cuya oferta comercial se puede adquirir un híbrido ligero de 48V por unos 33.600 euros, cuando el híbrido enchufable -con etiqueta Cero- cuesta unos 49.000 euros.
Amenaza en el horizonte
Desde AutoScout24, se aventura que «aún teniendo en cuenta que cualquier medida de cambio en la etiqueta ambiental no tendría carácter retroactivo (o no debiera), sí amenazaría futuras ventas de estos modelos que son cada vez más habituales en las ciudades españolas y dejaría la categoría en tierra de nadie».
Para este portal, «más que realizar cambios en el etiquetado medioambiental, tendrían que ser el mercado y la industria los que reajusten de forma natural a los híbridos ligeros, de modo que se vayan diluyendo a medida que los ciudadanos avancen en la electrificación y se convierta en un pequeño nicho».
Cambio cultural de la movillidad
Según Ignacio García Rojí, portavoz de AutoScout24, «si bien la lógica nos puede hacer pensar que el sistema de etiquetado debe hacerse por lo que contamina un coche y no por la tecnología que lo impulsa, no debemos caer en el blanco o negro».
«Estamos en un momento de cambio cultural en la movilidad y ya sabemos desde hace tiempo que el camino más recto hacia la electrificación es el más lento. Debemos dar oportunidades al usuario para familiarizarse y que vaya dando pequeños pasos y eso implica generar puntos intermedios que hagan posible la transición total hacia el vehículo cero emisiones», concluye García Rojí.